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En 2020, realizamos un viaje a África que nos llevó, por casualidad, a conocer la complicada historia de la Escuela Leondson y su director Ibrahim, un profesor tanzano que luchaba contra viento y marea para sacar adelante la escuela de su barrio.
La escuela Leondson School acoge a 58 niñ@s de un barrio humilde de Arusha y no solo les ofrece educación, también trata de proporcionarles el desayuno y la comida cada día. Ibrahim llevaba adelante esta ardua tarea sin apenas medios y haciendo milagros para llegar a final de mes. Tuvo que renunciar a su vivienda para dormir en la misma escuela y así poder ahorrar. Además, la pandemia agravó la situación dejando a muchos de los padres y madres sin trabajo y sin poder abonar el comedor de sus hij@s.
Tras aquella inspiradora visita decidimos dar nuestro soporte a Ibrahim, a través de nuestra experiencia en gestión de empresa acompañada de capital, con el objetivo de sacar la escuela adelante y hacerla autosostenible. De manera privada y altruista dotamos a la escuela de material escolar, mejoramos todas las instalaciones y aseguramos un menú diario equilibrado y saludable para todos los niñ@s.
En poco tiempo la escuela se llenó de alegría, sonrisas y color. Tanto Ibrahim como el personal siguen aprendiendo día a día para saber gestionarla y ser autosostenibles. El compromiso de la comunidad y del barrio por sacar este proyecto adelante ha sido notable y los resultados, gracias a ello, magníficos. Hoy 58 niñ@s reciben educación y alimentos a diario, pero todavía queda mucho por hacer.
A raíz de este maravilloso proyecto y con el objetivo de ampliar campos de ayuda nació Hatua, una fundación que desarrolla proyectos de cooperación y ayuda en todo el mundo.
Hatua impulsa acciones y estrategias concretas en las que el principal objetivo será acompañar al proyecto en cuestión del punto A al punto B. Ayudando, formando y proveyendo de todo lo necesario a las personas y comunidades para que tengan la oportunidad de ser autosuficientes y prosperar. Hay un conocido proverbio chino que nos inspiró desde el inicio y dice: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.
Entre muchas acciones, Hatua se enfoca en promover e impulsar la educación en lugares donde la desigualdad y la pobreza no lo permiten; Ayudar a personas maltratadas o en riesgo de exclusión social. Y además, colabora con proyectos de conservación de especies salvajes en peligro de extinción y protección del medio ambiente.
Hatua busca personas comprometidas que quieran poner su talento al servicio de un proyecto de cooperación con el fin de llevarlo a cabo.
¿Te unes?